Así lo afirmó el presidente, Gustavo Petro, en un acto en la Plaza de Armas, cercana a la Casa de Nariño, la residencia presidencial y el Capitolio Nacional, junto a miles de personas que se movilizaron hasta altas de la noche, la víspera, para apoyar la iniciativa.
El mandatario resaltó que este proyecto de ley debe permitir que el salario real pueda crecer en Colombia para que pueda industrializarse este país.
Permitirá que la gente pueda ser más feliz en esta sociedad, precisamente, para que pueda disfrutar de más tiempo libre, resaltó el Jefe de Estado.
En el acto, Petro destacó que la futura reforma estará ajustada a los cambios del mundo, manifestados en un “resurgir de las luchas por la dignificación del trabajo e incluso de las luchas por un mayor tiempo libre” para lograr una mayor productividad.
“Debe permitir que se pueda organizar el cuerpo de trabajadores para poder discutir de tú a tú con el mundo empresarial”, subrayó.
En el mismo contexto, expresó que este es un Gobierno para el trabajo, para un pueblo que bien merece la pena tener una oportunidad. “Un Gobierno que busca el pacto social, recupera la tesis de que es posible el encuentro en medio de la diferencia y la diversidad”, resaltó.
Asimismo, indicó que con el Proyecto de Ley Trabajo por el Cambio su Gobierno pretende transformar los pilares sobre los que se ha fundamentado “la violencia, para poder construir los de la democracia, la paz y la justicia social, es decir, una Colombia que pueda ser potencia mundial de la vida.
Al referirse a las causas que impiden el crecimiento de la productividad nacional, explicó que ha sido, precisamente, la reducción del salario, la inestabilidad laboral la que no ha permitido el crecimiento de la productividad en Colombia. La modernización, por no decir con más exactitud, el desarrollo del mismo capitalismo en el país.
Al tomar la palabra en el acto, la ministra de trabajo, Gloria Inés Ramírez, calificó la iniciativa como la más ambiciosa reforma laboral de este siglo”.
A su juicio, recoge los conceptos jurídicos y políticos de instituciones y países como México, Chile y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre otros actores.
“La reforma laboral del gobierno del cambio garantizará los derechos laborales de los cerca de 22 millones ocupados, de los cuales ocho millones son mujeres”, consideró.
La funcionaria exaltó que la propuesta gubernamental, permitirán cumplir con las obligaciones derivadas de los planes de acción laboral con los gobiernos de Canadá, Estados Unidos, la hoja de ruta con la Unión Europea o dar viabilidad a la agenda de derechos que se deriva de las recomendaciones de los organismos de control de la OIT o el sistema interamericano de derechos humanos.
Al resaltar sus aspectos más novedosos, destacó que la centralidad del proyecto es la estabilidad laboral como regla protectora, donde la forma de contratación general será el contrato a término indefinido.
Tendremos más ciudadanos con capacidad real de activar nuestra economía a través de la gestión de sus salarios reales, añadió tras asegurar a los trabajadores que con ella recuperaran un derecho, con una jornada de trabajo acorde con la naturaleza: el día será el día y la noche será la noche.
Habrá un capítulo dedicado a las mujeres que contendrá normas que buscará disminuir la brecha de género y de economía del cuidado. Habrá también un énfasis en la población con algún tipo de discapacidad. Por último, se incluyen medidas y actualizaciones en materia de derecho colectivo de trabajo.
La segunda de las tres grandes reformas sociales del gobierno colombiano, que incluye la de la salud y las pensiones ha sido respaldada por sindicatos como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Federación Colombiana de Educadores (Fecode)
Sin embargo, es cuestionada por los empresarios, con el argumento de que los mayores costos laborales reducirán la creación de empleo.
«Está mucho más orientada a mejorar las condiciones de los que hoy tienen trabajo, pero se olvida de los desempleados, de la oportunidad de acceder al trabajo y de las posibilidades de que los informales puedan volverse formales laboralmente, debido a los altos costos», opinó el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Fenalco Jaime Alberto Cabal.
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