Vucic y Kurti se encontraron en la República de Macedonia del Norte con la mediación de la Unión Europea (UE), que no ha cesado de presionar para que lleguen a un compromiso.
Serbia se niega a reconocer la autoproclamada independencia de Kosovo anunciada en 2008 por su antigua provincia, que está habitada por una mayoría albanesa pero tiene una fuerte presencia de serbios en el norte del territorio.
Recientemente, tras el fracaso de un intento de negociación en Bruselas, Bélgica, el presidente serbio reiteró que no reconocería nunca a Kosovo ni daría ningún paso que le permita a Pristina entrar en Naciones Unidas o en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como Estado independiente.
Las negociaciones son impulsadas por la UE, 25 años después del conflicto que enfrentó a milicias albanesas apoyadas por Estados Unidos y la OTAN, y las tropas serbias, que terminó con brutales bombardeos de esa alianza belicista contra la capital y otras ciudades de Serbia.
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