Por María Julia Mayoral
Corresponsal jefa en Angola
A escala internacional no hay una lista única, sin embargo, organismos multilaterales, Estados y compañías transnacionales coinciden en que distintos minerales merecen tal calificativo, con claras manifestaciones en las pujas políticas y comerciales.
El término responde a la relevancia de dichos insumos para industrias clave y el comportamiento de los suministros, condicionados por escasez geológica, conflictos armados, cuestiones geopolíticas, decisiones mercantiles u otros factores.
Angola posee 36 de los 51 minerales más críticos del mundo, algunos de los cuales están a punto de entrar en producción, informó el ministro del ramo, Diamantino Azevedo, en la feria Mining Indaba 2023, celebrada en Sudáfrica.
El titular de Recursos Minerales, Petróleo y Gas (Mirempet) explicó que la lista nacional será revisada, si es necesario, cada cinco años, en consulta con expertos de la industria minera.
Al decir del funcionario, el país está dotado de un enorme potencial para ofrecer suministros a las tecnologías de energía limpia, teniendo en cuenta las reservas de cromo, cobalto, cobre, grafito, mineral de hierro, plomo, litio, manganeso, neodimio, praseodimio, níquel, plata, titanio y zinc.
Turbinas eólicas, paneles solares, vehículos eléctricos, medios bélicos, hidroeléctricas, infraestructuras para el desarrollo de la geotermia y la energía mareomotriz, por solo citar algunos ejemplos, requieren de los llamados minerales críticos.
La transición global para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas constituye un reto, pero también abre enormes y nuevas oportunidades para las inversiones en el sector minero, opinó Azevedo.
De acuerdo con el estudio «Minerals for Climate Action: The Mineral Intensity of the Clean Energy Transition» del Banco Mundial, una «acción climática ambiciosa traerá consigo una importante demanda de minerales».
“Y un futuro con bajas emisiones de carbono será muy intensivo en minerales” porque las tecnologías de energía limpia necesitan más materiales de este tipo que las correspondientes a la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles, abundó el organismo financiero.
UNA FUENTE FIABLE
Por lo tanto, no puede haber una transición energética con éxito sin una industria minera sólida, acotó el titular del Mirempet, quien destacó la voluntad de posicionar a Angola como “una fuente fiable” de los minerales críticos.
Pero el Ejecutivo, aclaró, no solo promoverá la extracción, también exigirá que una parte significativa de la cadena de valor de estos minerales se desarrolle dentro del territorio nacional.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) celebrada en Glasgow, Reino Unido, el Gobierno angoleño reafirmó el compromiso de que para 2025 alrededor del 70 por ciento de la energía del país procederá de fuentes renovables.
De tal forma, podrá emplearse energía limpia en las labores de investigación y exploración de minerales críticos para la transición energética, lo cual representará una ventaja competitiva para los inversores nacionales y extranjeros, opinó Azevedo.
Dada la “urgente necesidad” de desarrollar el sector, los esfuerzos iniciales estarán centrados en renglones como litio, mineral de hierro, níquel, plomo, cobalto, cobre y los elementos de tierras raras, anunció el ministro. Para años venideros, explicó, está previsto el inicio de la producción de neodimio y praseodimio, utilizados en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, así como de cobre y niobio.
Según anunció, la proyección es dar “un gran salto” en términos de extracción de minerales críticos durante el próximo lustro, pues constituyen insumos esenciales para las energías renovables y diversas aplicaciones tecnológicas.
Azevedo recordó, además, que esta nación africana posee importantes reservas de fosfatos, empleados para elaborar de fertilizantes agrícolas, un aspecto fundamental con vistas a las producciones de alimentos.
Firmas transnacionales como Anglo American (con sede en Londres, Reino Unido), la anglo-australiana Rio Tinto, la canadiense Ivanhoe Mines y la sudafricana De Beers operan en el sector minero angoleño, cuyos directivos buscan actualmente la entrada de otras empresas de Canadá y Sudáfrica.
“No hay baterías sin litio, no hay vehículo eléctrico sin cobalto, ni paneles solares y turbinas eólicas sin manganeso…”, y Angola, resumió el ministro, tiene importantes yacimientos, un entorno de inversión estable, normativa sólida y “una buena gobernanza para atraer empresas fiables de muchos de los principales países inversores del mundo”.
arb/mjm