Por amplia mayoría, el Legislativo, tras un debate con opiniones divididas, aprobó la medida para quienes fueran primera ministra, Betssy Chávez, y ministros del Interior, Willy Huerta, y de Comercio Exterior, Roberto Sánchez.
Chávez no quiso defenderse y denunció la desigualdad, la exclusión y la discriminación que afectan al país desde el inicio de la república, criticó al impopular Parlamento y y señaló la necesidad de un proceso constituyente para superar esos males.
Se abstuvo de defenderse de su actuación junto a Castillo como coordinadora de la transmisión del mensaje presidencial en el que el entonces mandatario anunció la disolución del Parlamento y otras medidas de emergencia, sin contar con apoyo militar ni policial, por lo que fue detenido y destituido, y mas bien se allanó a lo que decida el Legislativo.
Huerta y Sánchez alegaron que no apoyaron la decisión de Castillo y en su defensa señalaron la inconsistencia de los indicios en su contra en ese sentido, como el hecho que el primero no reaccionó debidamente al anuncio y el segundo tardó horas en renunciar.
Chávez y Sánchez fueron suspendidos como congresistas mientras son investigados penalmente por la Fiscalía, pero la suspensión de Sánchez no fue aprobada, con solo 15 votos a favor.
Durante el debate, la parlamentaria derechista Patricia Chirinos llamó a votar también por la suspensión de Sánchez y no abstenerse de hacerlo por criterios conservadores, como el hecho de que la reemplazante la transexual Gahela Cari, factor que parece explicar la mejor suerte que corrió el extitular de Comercio Exterior.
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