La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) expresó su profundo dolor y condolencias por el deceso de Rosalino Flores, que elevó a 49 el número de muertos durante las protestas que demandan la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, nuevas elecciones generales y un referendo para una asamblea constituyente.
La Defensoría del Pueblo lamentó el fallecimiento de Flores, tras 60 días hospitalizado sin que los médicos, que solo pudieron extraer de su cuerpo nueve de los 36 perdigones, de uso prohibido por el reglamento de la Policía Nacional, lograran salvarle la vida.
“Reiteramos el pedido de que la Fiscalía realice investigación exhaustiva y diligente de los hechos, a fin de que los responsables sean sancionados”, agregó.
El joven estudiante de gastronomía sufrió el ataque durante manifestaciones realizadas en la ciudad surandina de Cusco,y un video evidencia que un policía lo persigue por una calle sin manifestantes y dispara la descarga fatal.
La congresista Ruth Luque, cusqueña como Flores, expresó su pesar y comentó que “Un nueva muerte carga este gobierno. Rosalino tenía 22 años y sus sueños fueron arrebatados por este Gobierno”.
La conocida periodista Juliana Oxenford opinó: “Un chico de 22 años al que dispararon por la espalda ¿qué delito cometió? Ninguno. Quien no se indigne, no es humano”
“Quienes creemos en la justicia y defendemos la vida, no podemos permitir más impunidad”, añadió.
Para la parlamentaria María Agüero, la de Flores es “Una muerte más de esta dictadura genocida y represora” y la exministra de la Mujer Gloria Montenegro comentó: “¿Puede estar nuestro país pacificado cuando un joven de 22 años como Rosalino Flores fallece tras recibir 36 impactos de perdigones, 36?!¡Leamos la realidad!”.
Montenegro aludió al parecer a declaraciones de miembros del Gobierno que dan por extinguidas las protestas, como el primer ministro, Alberto Otárola, quien dijo esta semana que “tenemos el país pacificado y los hemos derrotado en la calle”.
El activista político de izquierda Abel Gilvonio apuntó que los responsables de la muerte de Flores “van a pagar, porque no podemos construir la paz sobre la muerte y la impunidad”.
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