Familiares, amigos y manifestantes se congregaron con banderas negras de luto y pancartas de homenaje de Rosalino, quien falleció esta semana en un hospital de Lima tras 60 días de agonía y cuyo ataúd fue recibido en el aeropuerto de Cusco.
El joven de 22 años, estudiante de gastronomía, recibió en la espalda 36 perdigones de una carga que le disparó un policía que lo persiguió y disparó sin que participara en protestas.
Por otra parte, la Policía Nacional anunció la detención de quienes señaló como culpables del asesinato del policía Luis Soncco, el 9 de enero pasado en la ciudad de Puno, de noche y al margen de las manifestaciones que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
Los detenidos fueron identificados como Erusbel Apaza e Ismael Díaz y son investigados por la Fiscalía por los delitos de homicidio calificado y lesiones graves.
El cadáver de Soncco fue encontrado calcinado dentro de la patrulla que fue cercada por una turba, de la que escapó otro agente que lo acompañaba.
En las protestas contra Boluarte, que tienen su bastión en Puno, murieron desde la destitución y prisión del presidente Pedro Castillo, el pasado 7 de diciembre, 49 personas durante disturbios, el policía Soncco y seis soldados ahogados cuando cruzaban un río en circunstancias que son materia de polémica.
jha/mrs