Un mapa elaborado por la Agencia de Manejo de Emergencias del mentado territorio sureño rastreó la trayectoria del fenómeno, y divulgó que había recibido una calificación preliminar de EF-4, la segunda puntuación más alta en el índice de gravedad de tornados del Servicio Meteorológico Nacional.
Acorde con los análisis, la región afectada desde el pasado viernes fue impactada por vientos de entre 260 y 320 kilómetros por hora.
Uno de los tornados más devastadores golpeó a unos 100 kilómetros al noreste de Jackson, la ciudad capital, y atravesó el estado.
El gobernador de Mississippi, Tate Reeves declaró la víspera que había presentado la solicitud de una declaración de desastre mayor al gobierno federal y añadió que “la escala del daño y la pérdida es evidente en todas partes”.
La declaración de emergencia federal emitida por el presidente pondrá a disposición del territorio fondos federales para subvenciones para viviendas temporales y reparaciones de inmuebles.
Sobre la zona pesa aún la amenaza de mal tiempo pues los meteorólogos advirtieron a los residentes que se prepararan para la llegada de otro temporal el domingo en la noche.
El Sistema de Manejo de Emergencias de Mississippi reveló que una gran parte del estado enfrentaba la posibilidad de tormentas severas y agregó que no se podían descartar tornados con vientos dañinos.
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