Este indicador excluye de su cálculo la alimentación y la energía por su mayor volatilidad.
La economista alemana explicó que la caída de la inflación general se ve apoyada por la baja de los precios de la energía, que están disminuyendo con rapidez, pero no obstante los alimentos y servicios sí siguen empujando la subyacente al alza.
Además, Schnabel advirtió que las turbulencias financieras en las economías europeas tienen importantes efectos en los mercados, pero, de momento, se limitaron a afectar a la cotización de entidades financieras.
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