La alocución, sin embargo, contiene una condicionante pues subraya que no se trata de lo que podemos hacer por África, sino lo que podemos hacer con África, atisbo de las formas que revestirán las prometidas inversiones del sector privado de su país en el continente.
Las palabras de la funcionaria serán pronunciadas en la conmemoración de la independencia ghanesa cuyo líder, Kwame Nkrumah, fue uno de los cinco padres del Movimiento de Países No Alineados junto a Josip Broz Tito, de Yugoslavia; Gamal Abdel Nasser, Egipto; Ahmed Sukarno; Indonesia y Jawaharlal Nehru, de la India.
Nkrumah fue derrocado en 1966 por un golpe militar auspiciado por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense cuyo objetivo fue devolver al sector privado las empresas nacionalizadas por Nkrumah.
Para hoy el programa de la funcionaria incluye una visita al castillo Cape Coast, una construcción de estilo medieval en la cual eran concentrados los esclavos enviados desde África entre otros países a Estados Unidos, donde fue necesaria una cruenta guerra civil para su manumisión.
Sin embargo, a 157 años de aquella contienda, el racismo contra los afroamericanos siguie omnipresente en la sociedad estadounidense.
Juntos enfrentaremos los retos pendientes y las oportunidades que tenemos por delante, afirmará en su discurso de hoy la vicemandataria cuyas próximas escalas serán Tanzania y Zambia, según el programa difundido por su delegación.
Esa propuesta deja entrevar el fin del recorrido africano de Harris: lograr que el continente obvie los nexos africanos de larga data con China y Rusia, cuyos apoyos al continente desde la violenta fase de la independencia de las potencias coloniales apoyadas por Washington fueron decisivos.
La vicepresidenta estadounidense es la funcionaria de mayor nivel enviada por Washington a África en sendas delegaciones que incluyen al secretario de Estado, Anthony Blinken, la del Tesoro, Janet Yellen y la primera dama, Jill Biden.
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