Por Oscar Bravo Fong
Periodista de la Redacción de África y Medio Oriente
Observadores y el portal digital The Will consideraron que los plebiscitos generales se desarrollaron en medio de un contexto marcado por dificultades económicas, con escasez de combustible y efectivo monetario, y un entorno de seguridad inestable en varios de los 36 estados.
Al referirse al caldeado ambiente reinante, esos y otros actores valoraron que no pocos nigerianos, incluidos civiles y policías, murieron o recibieron heridas como consecuencia de la violencia, fenómeno desatado con mayor fuerza en estados como Lagos (suroeste) y
Kano (norte).
El ejercicio democrático, en que se eligieron el 18 de este mes 28 de los 36 gobernadores y la Cámara de Representantes, se caracterizó por la violencia y la represión de los votantes, valoró en un informe Transition Monitoring Group, principal ente de observación comicial en
el país africano.
También, una misión de supervisores de la Unión Europea señaló la existencia de una baja representación de las mujeres como candidatas, lo cual, en su opinión, demuestra una “falta flagrante de políticas internas para apoyar la inclusión prescripta por la Constitución”.
Luego de que se dieran a conocer los resultados de los sufragios efectuados el 25 de febrero pasado, por otra parte, ocurrieron reclamaciones de candidatos presidenciales de partidos políticos opositores.
En el referéndum, con unos 93,5 millones de personas con derecho a votar, según la Comisión Nacional Electoral Independiente (INEC), el candidato Asiwaju Bola Tinubu, del gobernante Congreso de Todos los Progresistas salió victorioso con 36,6 por ciento de las papeletas.
Los dos aspirantes opositores que retuvieron, respectivamente, el segundo y tercer lugar en ese ejercicio fueron Atiku Abubakar, del Partido Democrático de los Pueblos, con 29,07, y Peter Obi, del Partido Laborista (25,4).
Tanto Abubakar como Obi impugnaron esos resultados ante el Tribunal de Apelación de las Elecciones Presidenciales y la victoria de Tinubu, al considerar que para garantizar el éxito en las urnas los partidarios de ese competidor cometieron actos irregulares, entre ellos fraude.
Poco después de pintar ese panorama, los inconformes pidieron a la corte judicial que anule los comicios y ordene su repetición ya que existieron malas prácticas, lo que vulnera la reformada Ley Electoral que se promulgó en 2021.
Las tensiones políticas aumentaron al calor de esas demandas en Nigeria, país más poblado de África con más de 200 millones de habitantes.
Tal clima se caldeó aún más cuando la propia INEC decidió aplazar los sufragios destinados a elegir a los gobernadores y las Cámaras legislativas estaduales.
Esos comicios, programados inicialmente para el 11 de este mes, se desarrollaron el pasado 18, lapso en que técnicos ajustaron el funcionamiento de las máquinas electrónicas de votación, tras alegados problemas de funcionamiento durante las presidenciales y legislativas.
FUTURO NIGERIANO
El ganador del ejercicio comicial defendió con vehemencia que ganó de forma legal las elecciones, las cuales consideró justas y creíbles, al tiempo que manifestó su compromiso de trabajar junto a la población del país en aras de la unidad nacional.
Analistas estimaron que el exgobernador de Lagos, Tinubu, quien reemplazará en el cargo a Mahammadu Buhari, con dos mandatos ya, tiene además otros retos.
Entre las tareas que encarará a partir del venidero 29 de mayo el flamante electo, de 70 años de edad, se encuentra la de restaurar la seguridad mediante el combate contra formaciones extremistas, secuestradores y delincuentes, así como disminuir la pobreza, la cual afecta a 133
millones de nigerianos, de acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadística.
Intentará además propiciar el crecimiento de la economía, reducir la tasa de desempleo, que este año se prevé sea de 37 por ciento y trabajar por disminuir una galopante inflación, apuntó la organización Nigerian Economic Summit Group.
También tiene la misión de reparar las redes de electricidad y restablecer la confianza en las elecciones, en un territorio donde grupos políticos y sociales denuncian la existencia de una acentuada corrupción en estratos de poder.
Según el portal digital The Nation, ahora que los sufragios generales concluyeron, “todos debemos forjar un nuevo comienzo para construir una Nigeria en la que nos mantengamos en hermandad, aunque la tribu, la lengua y la fe puedan diferir”.
Y enfatizó más adelante como canto de esperanza: “Sin descartar el proceso legal en curso, este es el Estado en que para su edificación los ciudadanos deberían unir sus manos a las de Tinubu. Para Nigeria, aún es de mañana el día de la creación”.
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