El Ministerio de Exteriores de la nación eslava agregó que a las medidas coercitivas unilaterales en la política y la economía se suma la acumulación de efectivos y técnica militar de la OTAN cerca de las fronteras belarusas, destacó la agencia de noticias BeltA.
Teniendo en cuenta estas circunstancias y las preocupaciones y riesgos legítimos en el campo de la seguridad nacional derivados de ello, Belarús ha tomado las medidas correspondientes para fortalecer sus propias capacidades de seguridad y defensa», afirmó el citado ministerio.
Así, Minsk señaló que considera las acciones de Occidente como «una injerencia directa y grave en los asuntos internos de un Estado independiente con el objetivo de cambiar el curso geopolítico y alterar el sistema político interno de Belarús».
Esto «contradice directamente las obligaciones asumidas por los firmantes del Memorándum sobre Garantías de Seguridad en relación con la adhesión de la República de Belarús al Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares», concluyó.
El 25 de marzo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, declaró que su país desplegará armas nucleares tácticas en la nación vecina a petición de Minsk, al igual que Estados Unidos hace «desde hace décadas» en el territorio de sus aliados.
Moscú ya entregó a Belarús un sistema de misiles balísticos Iskander, que puede portar armamento nuclear, y terminará la construcción de una instalación de almacenamiento de armas nucleares tácticas en este país belaruso el 1 de julio, subrayó el jefe de Estado ruso.
Putin recordó que el presidente Alexander Lukashenko planteó hace tiempo que Rusia desplegaría armas nucleares tácticas en Belarús. El líder ruso precisó que el acuerdo al respecto con Minsk no viola los compromisos internacionales en materia de no proliferación de armas nucleares.
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