De acuerdo con la nota de la entidad, el lunes dos empleados contratados sufrieron heridas de bala dentro de la terminal durante la descarga de un buque de alimentos.
Dos días antes, disparos procedentes del exterior alcanzaron a un petrolero en plena descarga, situación que describen como muy preocupante.
Varreux es el principal depósito de combustible de Haití que almacena el 70 por ciento de los hidrocarburos y está situado en una compleja área bajo el control de las pandillas armadas.
En septiembre pasado, la federación G-9 y aliados, liderada por el expolicía Jimmy Cherizier (Barbecue), bloqueó durante dos meses la distribución de los productos petrolíferos y amenazó con mantener la parálisis hasta la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
La crisis provocó el cierre de hospitales, escuelas, comercios e instituciones estatales y las potabilizadoras de agua limitaron su producción en medio de un rebrote de cólera.
Fue la segunda vez que Barbecue impidió el acceso a los combustibles, mientras que en el mercado informal los precios de esos productos decuplicaron el oficial, lo cual obligó la disminución de los servicios de bancos, embajadas, mercados, fábricas e incluso la administración pública.
La alerta de la Terminal Varreux tiene lugar en un contexto de recrudecimiento de la violencia de las pandillas que de enero a la fecha cobró más de 530 vidas y 277 personas fueron víctimas de secuestros, según datos de Naciones Unidas.
El Gobierno, por su parte, continúa pidiendo la ayuda internacional para el despliegue de tropas especializadas capaces de contener a las bandas, sin una respuesta concreta por el momento.
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