Desde la víspera resultan visibles las barreras en las calles aledañas al edificio que lleva el nombre del exgobernante, sitio donde supuestamente pasará la noche antes de acudir mañana a una audiencia de lectura de cargos en su contra, y en la que se espera la asistencia de Juan Merchan, juez de la Corte Suprema del estado.
Según difundió el diario The New York Times, se prevé que Trump se entregue en la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, antes de ser procesado en la sede de los tribunales penales.
Pese a que los cargos exactos aún no se revelan al público, están supuestamente vinculados a un pago realizado durante las elecciones de 2016 para comprar el silencio de una estrella de cine para adultos conocida como Stormy Daniels, quien dice haber tenido una breve relación sexual con el empresario en 2006, aclaró el rotativo.
Acorde con el medio, se prevé entonces que la acusación señale la falsificación de registros comerciales para ocultar la naturaleza de los reembolsos efectuados a un exmiembro de su equipo, quien a su vez pagó el dinero a Daniels.
En medio de ese panorama, los funcionarios y la policía de Nueva York se preparan para eventuales protestas cerca del juzgado y afuera de la Torre Trump en Quinta Avenida.
Lucian Chalfen, portavoz de los tribunales de la ciudad, declaró que los funcionarios judiciales están trabajando con las fuerzas del orden público locales, estatales y federales, incluido el Servicio Secreto, para garantizar la seguridad en 100 Center Street, donde se ubica la Corte Suprema de Manhattan, y en sus alrededores.
Agregó que los oficiales mantienen un “elevado estado de preparación durante las últimas dos semanas”, y que se suspenderá el resto de los juicios previstos a celebrarse en la tarde del martes para reducir el tráfico peatonal.
Hasta el momento, algunos partidarios del exmandatario convocaron manifestaciones, incluido un mitin planeado para realizarse en la Torre Trump durante la mañana de hoy.
Por su parte, la representante conservadora Marjorie Taylor Greene declaró su intención de unirse al Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York para una “protesta pacífica” en Manhattan, prevista para el día de la audiencia del expresidente.
Esta es la primera ocasión en la historia de Estados Unidos que un exlíder de la nación es imputado con cargos criminales.
La acusación tiene lugar cuando Trump lleva a cabo una campaña con el fin de postularse nuevamente para la Casa Blanca en 2024, y lidera el campo por un amplio margen en la incipiente carrera por la nominación republicana, según encuestas.
Sobre el magnate pesan asimismo otras investigaciones aún en marcha, entre las que se incluyen sus supuestos esfuerzos para anular los resultados de las elecciones de 2020, su papel en la instigación al ataque del 6 de enero a la sede del Congreso, y el hallazgo de documentos clasificados en su residencia de Florida.
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