Condenamos la agresión y el terror de los fieles en medio del mes sagrado del Islam, dice el texto de Marruecos, cuyo gobierno reanudó en 2020 las relaciones diplomáticas con Tel Aviv, cuya administración prometió ayuda en varias esferas, incluidas la militar y de seguridad.
La nota subraya la necesidad de “respetar el estatuto legal, religioso e histórico de Al Quds (nombre musulmán para Jerusalén) y los lugares santos y evitar las prácticas y violaciones que pueden destruir todas las oportunidades para la paz en la región”.
Añade que «Marruecos, un aliado de Israel, ha tratado de reiterar su compromiso con la causa palestina bajo el liderazgo del Rey Mohammed VI, presidente del Comité de Al Quds, responsable de preservar el carácter árabe-musulmán” de Jerusalén, ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas.
De su parte, la Policía israelí admitió horas atrás el arresto de más de 350 personas durante el desalojo de fieles del interior de la mezquita, blanco en varias ocasiones de ataques de fanáticos judíos.
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