«Estos días preciosos» es la colección elaborada durante ese devastador y tan reciente periodo de la humanidad, en el cual el confinamiento era obligatorio y Patchett se refugió en el arte de escribir con la muerte como hilo conductor.
«Todas mis ideas sobre el oficio de escribir las he aprendido de Snoopy», (del historietista Charles Schulz), evoca la letrada, quien nació en Los Ángeles y su infancia la pasó al lado del perrito de la raza beagle, pues eran las aventuras más frecuentes contadas por sus padres.
Su libro más reciente «Estos días preciosos» acaba de ver la luz en español y se trata de una singular recopilación ensayística en la cual su autora reflexiona acerca de temas tan apasionantes, como los desafíos de un escritor y la vida en ese universo, más, las trampas y falsedades de la fama literaria.
Planchet también trata en su obra sobre la intensa amistad con la ayudante personal del reconocido actor Bruce Willis, quien fue víctima de un cáncer y con quien vivió de cerca los últimos meses de su vida.
«El ensayo personal es algo de lo cual se nutre tu vida directamente, indica.
Escribí la mayor parte de los textos durante la pandemia y por eso la muerte es el hilo conductor del libro, pero no abordo el tema desde una perspectiva negativa, sino, como algo inextricable de la textura misma de la existencia, explica.
Autora de media docena de títulos de no ficción y ocho novelas, entre las que destacan Bel Canto (2001), su más galardonada, y La casa holandesa (2019), todas ellas traducidas al castellano.
Hace dos semanas fue distinguida con la Medalla de las Humanidades por su trayectoria literaria, ceremonia en la cual también se reconoció la extensa labor de Bruce Springsteen, entre otros artistas y escritores.
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