En 2014, difundió la agencia de noticias independiente ProPublica, el magnate compró tres inmuebles de propiedad conjunta del magistrado, su madre y la familia de su difunto hermano: una casa de dos habitaciones y dos terrenos baldíos cercanos en Savannah, Georgia.
Informó el medio que la madre de Thomas vive aun en la vivienda ahora perteneciente a Crow y, según los documentos, poco después de la venta, se hicieron renovaciones para mejorar el estacionamiento, el techo y la cerca, por un total de alrededor de 36 mil dólares.
La transacción, por un total de poco más de 133 mil dólares, nunca fue revelada por el juez, a pesar de los requisitos de divulgación para las ventas de bienes raíces por más de mil dólares.
Los aparentes intentos de Thomas de encubrir el negocio podrían sugerir que estaba “ocultando una relación financiera”, declaró a ProPublica Kathleen Clark, experta en ética legal de la Universidad de Washington en Missouri.
Acorde con la fuente, los nuevos hallazgos parecen mostrar que Thomas se benefició financieramente de su estrecha relación con el megadonante, además de disfrutar de lujosos regalos y vacaciones dados por el multimillonario.
En un comunicado, Crow afirmó por su parte que compró la casa donde el magistrado pasó parte de su infancia con el objetivo de preservar su legado, y para “que las generaciones futuras pudieran aprender sobre la vida de un gran estadounidense”.
A propósito del escándalo desatado en torno a Thomas, el senador Sheldon Whitehouse pidió durante la víspera que el caso fuera remitido al fiscal general de Estados Unidos.
«Sería mejor que el presidente de la Corte Suprema iniciara una investigación adecuada, pero después de una semana de silencio del tribunal y los últimos informes inquietantes, insto a la Conferencia Judicial a que intervenga y remita al juez Thomas al fiscal general para que indague”, expresó el demócrata de Rhode Island en un comunicado.
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