Los abogados de derechos civiles prominentes a nivel nacional, Lee Merritt y Ben Crump, anunciaron que tomarían el caso y criticaron de inmediato a las autoridades por poner en libertad en pocas horas al atacante, un hombre blanco.
El joven, identificado como Ralph Paul Yarl, recibió par de disparos después de tocar en la puerta de una casa que confundió con la dirección donde debía recoger a sus hermanos pequeños.
“Se detuvo en el camino de entrada y tocó el timbre. El hombre de la casa abrió la puerta, miró a mi sobrino a los ojos y le disparó en la cabeza. Mi sobrino cayó al suelo y el hombre volvió a dispararle. Entonces Ralph pudo levantarse y correr a la casa del vecino en busca de ayuda”, publicó en internet la tía de la víctima Faith Spoonmore.
Según añadió, el adolescente tuvo que correr a tres viviendas diferentes antes de que lo ayudaran, tras lo cual fue llevado a un hospital local en estado crítico.
Agregó que si bien su sobrino está vivo y se recupera, es inimaginable el trauma que deberá soportar.
Según declaró la jefa de policía de Kansas City, Stacey Graves, el agresor fue detenido, puesto bajo custodia durante 24 horas y más tarde liberado en espera de una investigación mayor.
Agregó que en este momento no hay información que muestre si el tiroteo fue por motivos raciales, aunque reconoce “los componentes raciales” del incidente.
El abogado de la familia, por su parte, pide que se ofrezca una identificación pública del tirador y se le arreste.
«¡No puede haber excusa para la liberación de este sospechoso armado y peligroso después de admitir que le disparó a un adolescente desarmado, no amenazante e indefenso que tocó el timbre!», expresó Crump en un comunicado.
Exigimos una acción rápida de los fiscales y las fuerzas del orden público del condado de Clay para identificar, apresar y procesar con todo el rigor de la ley al responsable de este tiroteo horrendo e injustificable, demandó.
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