Valès deberá responder por el caso abierto por malversación de bienes públicos, toma ilegal de intereses, complicidad en falsificación, enriquecimiento ilícito, conspiración criminal y tráfico de influencias.
La semana pasada se conoció que el contador, la jefa del CAS Edwine Tonton e Yvrose Alcide, miembro del gabinete de dirección, tienen prohibido salir del país para efectos de la justicia.
El archivo salió a la luz, luego de la investigación de la Unidad de Lucha contra la Corrupción, en la cual denunció que empleados de la institución a menudo recibían lotes de cheques en lugar de los beneficiarios reales.
La entidad reveló que se desviaron fondos del CAS a través de dos organizaciones ficticias llamadas Integración de Jóvenes Desfavorecidos para un Nuevo Haití (Ijdhna) y Organización de Jóvenes para la Mejora del Emprendimiento en Haití (Ojreh).
Valès también se asoció con Jerry Saintama, supuesto tesorero de Ijdhna para malversar una subvención para la plataforma Ochan Haití, por valor de 100 mil gourdes (unos 650 dólares), y falsificar sus certificados de inscripción, así como incluir a familiares entre los beneficiarios de subsidios.
La Unidad Anticorrupción denunció que en el Fondo de Asistencia Social existe un “verdadero laboratorio de producción de documentos falsos”, lo cual junto a los casos de corrupción reflejan las fallas de la estructura administrativa, la inercia y descuido de los responsables que no tomaron las medidas necesarias para rectificar la situación.
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