En ambas regiones grupos de manifestantes cerraron el tránsito en la carretera Panamericana, que recorre toda la costa peruana.
Además de cerrar ese paso fronterizo, los pobladores de Tumbes cerraron los puentes denominados Cenepa y Lagarto, además de bloquear carreteras en demanda de apoyo efectivo y pronto del Gobierno ante la devastación causada por torrenciales lluvias desde enero pasado.
También realizaron una marcha en la que participaron el gobernador de la región, Segismundo Cruces, y el alcalde de la ciudad de Tumbes, capital regional, Hildebrando Antón.
Cruces manifestó su apoyo a las demandas sociales de atención oficial ante las inundaciones y el alcalde apuntó que la marcha es la expresión genuina del pueblo que demanda obras de dotación de agua parte y otras de infraestructura, así como recursos para la rehabilitación.
La ciudad fronteriza sufrió durante la noche y la madrugada previas una tormenta de 10 horas de intensa lluvia, truenos y relámpagos que causó nuevos aniegos.
En Piura, limítrofe con Tumbes y donde hay 70 mil damnificados por las lluvias, paralizaron los autobuses y mercados de abastos, y las escuelas suspendieron las clases porque el sindicato local de maestros se sumó a la huelga.
Piquetes de huelguistas bloquearon diversos puntos de la región y la capital regional, entre ellos la entrada a la zona donde operan importantes empresas agroindustriales. La huelga piurana fue impulsada por los alcaldes y cuenta con el apoyo del gobernador regional, Luis Neyra.
El alcalde de la ciudad de Piura, Gabriel Madrid, destacó el carácter pacífico de la protesta (los bloqueos permiten el paso de ambulancias y de automovilistas en situaciones de emergencia) y el Gobierno nacional debe atender las justas demandas de la población.
Demandó, entre otras obras, construcciones de canalización y manejo de cursos de agua, que neutralicen el impacto del anunciado Fenómeno El Niño Global que, según pronósticos meteorológicos, traerá lluvias continuas desde octubre de 2023 hasta abril de 2024.
Madrid señaló que Piura es menospreciada por el Gobierno central, pese a tratarse de la segunda región más poblada del país y a que alberga importantes actividades económicas de agroindustria, pesca y la principal refinería de petróleo del país.
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