Como demanda de mejores condiciones laborales, el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA, por sus siglas en inglés), compuesto por 11 mil 500 miembros, elevó este lunes la tensión entre los grandes estudios al favorecer el paro laboral con una votación del 98 por ciento.
Uno de los ejes principales en la negociación se debe a los residuales, los montos que corresponden a los escritores por una película o un capítulo de serie en el que participaron y que se reprograma en la televisión o se suma al catálogo de una plataforma de streaming.
El WGA plantea que el modelo actual no funciona para la era digital, en compañías como Netflix, por ejemplo, si un título tiene éxito no se refleja en el pago de los guionistas.
La última huelga de este sector, en 2007 y 2008, se extendió durante 14 semanas, periodo que tuvo negativas repercusiones en Hollywood y en la economía del estado de California con unos 2 mil 100 millones de dólares en pérdidas, según el Instituto Milken.
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