Desde su perfil en redes sociales, el ministro de Exteriores, Peter Szijjártó, señaló que Budapest rubricará ese convenio rector de los nexos entre 79 naciones, tras el recibo de garantías respecto a la ausencia de injerencias en la política migratoria y de minorías sexuales.
En este sentido, afirmó que “las decisiones sobre migración y mercado laboral seguirán como una competencia nacional”, aspecto previsto a inclusión dentro del documento, promotor de un mayor diálogo diplomático y de cooperación para el desarrollo.
El material pasará ahora por la revisión de los embajadores ante la UE, si bien no existe una concordancia plena debido a problemas con el procedimiento para algunos estados miembros.
Según sus bases constitutivas, esta alianza apuesta por la modernización de los nexos entre los territorios involucrados, con enfoque en áreas como la paz, seguridad, creación de empleos y cambio climático.
También, resulta la renovación del anterior convenio, conocido como acuerdo de Cotonou y vigente durante dos décadas, aunque su adopción por el grupo regional enfrentó el bloqueo de Budapest durante dos años.
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