En un comunicado, la institución religiosa señaló que concluyó su papel de facilitadora de esas conversaciones iniciadas en julio de 2022 en la ciudad de Coclé ( Penonomé) y cuya etapa posterior dependía de gestiones de acercamiento a sus actores: los colectivos, el gobierno y el sector privado.
En su mensaje, la Iglesia asegura que aunque convencidos de que el diálogo es la única vía para resolver la actual situación social, transferían la responsabilidad de organizar su nueva fase a entidades como la Universidad de Panamá y al sistema de Naciones Unidas , a sabiendas que quedaron tareas pendientes.
Al respecto, la alianza Pueblo Unido por la Vida, que participó en esas pláticas, lamentó este jueves que la Iglesia católica de Panamá se sustraiga de los compromisos asumidos y deje inconcluso el proceso.
Para la agrupación tal decisión expresa el abandono de este escenario ante la presión del sector empresarial y del Ejecutivo, quienes han incumplido y saboteado los acuerdos de la primera etapa del diálogo y se empeñaron en boicotear su segunda etapa.
La alianza recordó que el 16 de julio de 2022, la Iglesia indicó que en la segunda etapa se trataría de “Un diálogo más profundo para delinear el camino de transformación del país que haga de él, un Panamá más justo y equitativo.”
Sin embargo, los grandes problemas de sociedad panameña siguen profundizándose agregó la organización que mencionó las desigualdades en el acceso al agua, las infraestructuras educativas, servicios de salud y los altos costos de medicamentos que siguen estrangulando a los sectores más vulnerables.
También señalaron que el salario promedio no alcanza para cubrir el alto costo de vida y mientras las comunidades siguen luchando por el acceso a la tierra y a viviendas dignas, políticos acaparan latifundios basados en la corrupción en todos los estamentos del Estado.
Ante este tétrico escenario, agregaron, la iglesia católica opta por sustraerse y abandonar a la sociedad panameña a la voluntad de la clase política y de la avaricia corporativa del mercado.
En ese sentido, el colectivo hizo un llamado a las organizaciones de base y al movimiento popular a reemprender esfuerzos unitarios y a la población en general a organizarse, concientizarse y movilizarse para alcanzar una mejor sociedad, combinando todas las formas de lucha.
El origen de la Mesa Única de Diálogo por Panamá fueron las multitudinarias protestas que a mediados del año pasado paralizaron al país istmeño casi un mes.
mem/ga