Para ello promulga, agregó, una nueva Ley de Clima e Innovación, que se someterá a referéndum en junio.
Actualmente, el país importa casi tres cuartas partes de la energía que consume, según explicó en un comunicado de prensa.
La nueva ley no incluye prohibiciones o cargas impositivas adicionales a los ciudadanos o a las empresas, pero sí les ofrece ayudas financieras.
Con esta norma, el Consejo Federal espera poder reducir a cero el número de emisiones de gases nocivos para el clima en el año 2050.
En particular, el Ejecutivo prevé apoyar a los propietarios de viviendas que cambien sus calefacciones de gas o gasóleo y a aquellos que mejoren el aislamiento de sus hogares.
La cuantía prevista para esta ayuda es de 200 millones de francos suizos (204 millones de euros) al año durante una década.
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