“Está demostrado que es un modelo económico que funciona, porque (…) responde a la realidad económica y social de nuestro país”, aseguró la titular en entrevista al canal estatal Bolivia Tv.
Recordó que el presidente Luis Arce construyó el Mescp de manera colectiva, con organizaciones sociales y empresarios para avanzar en la industrialización y la sustitución de importaciones, lo cual marcará un antes y un después.
Agregó que su funcionamiento obedece a una construcción colectiva, como lo ha señalado muchas veces el dignatario, además de tener entre sus mayores fortalezas que se sostiene en el pueblo trabajador y sus propuestas.
Comentó que, desde la campaña para las elecciones generales de 2020, el entonces candidato del Movimiento al Socialismo se reunió con los sectores sociales, “la base que hace girar la economía en nuestro país”.
Subrayó que también desde entonces sostuvo reuniones con distintos sectores como los pequeños, medianos y grandes empresarios, y con la Asociación de Bancos Privados de Bolivia para conocer qué sentían y ver el impacto nefasto de las políticas del gobierno de facto (2019-2020) en el sistema financiero.
Ya en el Gobierno, Arce consolidó las cumbres departamentales para la reconstrucción económica y productiva del país, con la participación de los sectores sociales, dijo Prada.
Destacó que en esos encuentros se planteó como eje principal del desarrollo hacia el Bicentenario del país en 2025, la industrialización de los recursos naturales para impulsar la reactivación y el crecimiento económico, con el fin de que Bolivia sea un referente de progreso en la región.
Sobre esa base se dio marcha al plan de industrialización con sustitución de importaciones que, de acuerdo con Prada, es parte de una “mirada estructural” porque consolidará la “base ancha de nuestra economía, diversificándola”.
En ese contexto, el Gobierno nacional puso en marcha la construcción de 43 plantas de industrialización de distintos productos, con una inversión superior a los cuatro mil millones de bolivianos (unos 571 millones de dólares).
Según Prada, estas fábricas incrementarán el valor agregado de la producción nacional, dinamizará la economía, generará empleos y desarrollo para poblaciones que no necesitarán migrar a las grandes urbes.
La ministra cifró en 60 la instalaciones de este tipo que podrán operar en todo el país y pronosticó que se avanzará con el fortalecimiento de la producción agrícola a partir de su mecanización.
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