Agregó el informe que la inflación lastró el consumo privado, mientras que la industria se recuperó con más fuerza de lo esperado al beneficiarse de unos precios de la energía más bajos y la mayor relajación de las restricciones en el suministro y el fortalecimiento de la demanda.
Por el contrario, el consumo privado y los proveedores de servicios relacionados con el consumidor sufrieron en el primer trimestre debido a la alta inflación y la consiguiente menor propensión a comprar, lo que se reflejó en la caída de las ventas del comercio minorista ajustadas por precio y estacionalidad.
En el caso de la inflación, en comparación con el año anterior, la tasa cayó significativamente en marzo al 7,8 por ciento, mientras el dato subyacente, excluyendo energía y alimentos, aumentó al máximo histórico del 5,9 por ciento.
Para los próximos meses, los expertos del banco central alemán esperan que la tasa de inflación siga cayendo algo, en particular debido al descenso de los precios de la energía y una posible moderación lenta en el precio de los alimentos, otros bienes y servicios.
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