El ejecutivo, que se desempeñaba como vicetitular de la empresa, ratificó al instalarse en el cargo el compromiso de trabajar por el fortalecimiento de Petroperú.
Destacó que se enfocará en lograr que la nueva refinería de la norteña provincia de Talara, entre en operación plena este año, continuar la integración vertical y fortalecer la gobernanza y la sostenibilidad financiera de la empresa, como parte de su plan estratégico.
La integración vertical se refiere a que Petroperú opere en todas las etapas del negocio petrolero, recuperando principalmente las de exploración y explotación, de las que fue privada por la política privatista de los años 90 del siglo pasado.
La renuncia del antecesor de Chira, Carlos Vives, dio pie a comentarios de medios de prensa y analistas neoliberales en el sentido que la dimisión se debió a que Chira estaba en desacuerdo con la supuesta intención del ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, de que Petroperú reciba pozos de petróleo cuyas concesiones a transnacionales han caducado.
La versión dio pie a comentarios de origen neoliberal contra la conveniencia financiera de que Petroperú invierta recursos del Estado en para explotar los pozos.
Chira desmintió las supuestas discrepancias y ratificó su identificación con el objetivo de la integración vertical de operaciones.
Petroperú nació de la nacionalización en 1969 de la empresa norteamericana International Petroleum Company, decretada por el entonces presidente Juan Velasco Alvarado.
El gobierno de mano dura de Alberto Fujimori (1990-2000), privó a Petroperú de las actividades de explotación y exploración y entregó las que entonces realizaba a empresas extranjeras.
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