La organización estatal que defiende los derechos humanos denunció que cada día miles de compatriotas mueren bajo los ataques de bandas convertidas en comandos y escuadrones de la muerte y que actualmente se encuentran desplegadas en las zonas residenciales.
“Como una bestia cazada, el pueblo haitiano se encuentra hoy entre la espada y la pared, su única posibilidad de supervivencia es enfrentarse a sus agresores o dejarse morir por falta de apoyo de sus dirigentes”, lamentó la plataforma.
También advirtió que, para que el pueblo no cometa actos ilegales como sus agresores, urge presentar la situación sin hipocresías ni regateos, en referencia a la necesidad de asistencia a la comunidad internacional.
La alerta de la OPC sale a la luz tras una semana particularmente violenta en esta capital en la que las pandillas invadieron barrios de Puerto Príncipe y recibieron respuesta de cientos de ciudadanos.
Se estima que más de un centenar de presuntos miembros de bandas fueron linchados en esta capital y algunos incluso los quemaron vivos.
La Policía confirmó más de una decena de ejecuciones el lunes luego que oficiales detuvieron un autobús y confiscaron varias armas y municiones.
La violencia e inseguridad escalaron en Haití tras el asesinato a mediados de 2021 del presidente Jovenel Moïse y la ampliación de las zonas de control de los grupos armados.
Organizaciones de derechos humanos estiman que más del 80 por ciento de la capital está controlada por esos grupos que también son fuertes en el departamento Artibonite.
Mientras el Gobierno y organismos como Naciones Unidas abogan por el despliegue de un ejército especializado para contener la expansión de las pandillas, aunque sin respuesta de la comunidad internacional.
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