Los comentarios de quienes cuestionan la legitimidad de la mandataria se refieren al sondeo del privado Instituto de Estudios Peruanos (IEP), que consignó a Boluarte una desaprobación del 79 por ciento, una aprobación del 15 por ciento, un índice negativo del 90 por ciento y un aval ciudadano de apenas siete por ciento.
En ese contexto, la exministra de la Mujer, Anahí Durand, comentó que “Un gobierno sin contacto con el pueblo y sin respuestas eficientes a problemas como la inseguridad, no tiene cómo lograr mayor respaldo, no es legítimo ni sostenible”.
Sobre el Legislativo señala que su elevada desaprobación “parece importar nada a los Congresistas que siguen aferrados a sus curules y sus privilegio y el daño que hacen a la democracia es enorme”.
Para la parlamentaria de izquierda Silvana Robles, con tan escaso apoyo social, “Un gobierno que viola los derechos humanos, carga consigo decenas de muertos, centenares de heridos, y con políticas públicas ineficientes frente a los problemas del país, no debe continuar”.
“Alto costo social y político de un mal gobierno y para superarlo con medios democráticos y no violentos debe adelantar las elecciones mediante referéndum”, comentó el analista Julio Schiappa.
La jefa de Estudios de Opinión del IEP, Patricia Zárate, afirmó que la citada encuesta “nos muestra una ciudadanía permanentemente descontenta con su presidenta y su Congreso, y con una baja confianza hacia quienes deberían protegerla, como la Policía”, en la cual, según el sondeo, el 69 por ciento confía poco o nada en esta institución.
El sondeo verificó además que la desaprobación popular a Boluarte subió desde el 71 por ciento, registrado en enero último, a 79 por ciento y, en cuanto a seguridad ciudadana, el 75 por ciento se sienten muy inseguros (43 por ciento) o algo inseguros (32 por ciento).
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