Desde el emblemático parque Belisario Porras, de esta capital, hasta la Plaza 5 de mayo y las inmediaciones de la Asamblea Nacional (Parlamento) un solo ardiente no fue obstáculo para que la clase obrera del istmo tomara nuevamente las calles y enarbolara su lema más común de “Sin lucha no hay victoria”, en sus demandas de justicia social.
En la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, la precandidata presidencial por libre postulación hacia comicios generales de 2024, que representa a las fuerzas progresistas, la economista Maribel Gordón, unas de las oradoras, aseveró que esta nueva manifestación popular es expresión del rechazo a políticas neoliberales y en defensa de una vida saludable.
Respeto a los derechos humanos en todos sus órdenes y colocar a las personas en armonía con la naturaleza como la base del quehacer económico, es la propuesta que enarbolamos y ya tiene una creciente aceptación por la población.
Por su parte, el secretario general de la Central Nacional de Trabajadores de Panamá, Alfredo Graell, señaló que también rechazan las políticas privatizadoras y paramétricas del Gobierno para rescatar de la crisis a la Caja de Seguro Social (CSS) y por eso la exigencia de retomar el sistema solidario en la atención a jubilados y pensionados.
Sobre ese mismo tema, la secretaria general de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá, Nelva Reyes, dijo a Prensa Latina que han presentado al legislativo un proyecto de ley y una propuesta para que sobre la CSS haya transparencia y en el dialogo estén los genuinos representantes de la clase obrera.
De su parte, el líder de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Marco Andrade, afirmó que estas marchas y concentraciones en todo el país son también un escenario para insistir en la reforma salarial que permita enfrentar los altos costos de la canasta básica familiar y en rechazo a despidos masivos y normas públicas nocivas para los afiliados.
Mientras Eduardo Gil, líder de Convergencia Sindical, dijo que otro de los reclamos es la continuidad del diálogo nacional iniciado en julio del pasado año para lograr equidad social, pero cuya segunda fase está detenida por el abandono de la Iglesia Católica, que actuaba como facilitadora.
El excandidato presidencial en 2019 y secretario general del sindicato nacional de los trabajadores de la construcción, Saúl Méndez, también fue enfático cuando afirmó que este homenaje a los Mártires de Chicago de 1886 es también para denunciar el leonino contrato minero suscrito por el Gobierno con trasnacionales con el fin de entregar los recursos naturales como el cobre que pertenecen al pueblo.
En Panamá durante la caminata y mítines diversos por el Primero de mayo también hubo expresiones de repudio a la injerencia de la embajadora de Estados Unidos, Mari Carmen Aponte, y de demanda para que se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que por más de 60 años impone Washington a Cuba.
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