El ultimátum lo dio la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, quien alertó sobre la posibilidad de que el país se quede sin efectivo para pagar sus cuentas antes del 1 de junio si el poder judicial mantiene su incapacidad de llegar a un arreglo sobre el tema.
“Dadas las proyecciones actuales, es imperativo que se actúe lo antes posible para aumentar o suspender el límite de la deuda de una manera que brinde certeza a largo plazo de que el gobierno realizará sus pagos”, escribió Yellen en una carta dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Pero el tema es más complejo de lo que parece a simple vista pues los conservadores insisten en que solo aprobarán un nuevo límite de deuda si se introducen recortes que, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, ascenderían a 4,8 billones (un millón de millones) de dólares y perjudicarían a los sectores más vulnerables del país.
La llamada Ley Limitar, Ahorrar, Crecer, aprobada recientemente por la Cámara Baja controlada por los conservadores, aumentaría el techo de endeudamiento, pero también reduciría los fondos destinados al plan de cobertura sanitaria Medicaid, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, la Administración del Seguro Social y los fondos del Servicio de Impuestos Internos, entre otros programas.
El paquete, que también busca acelerar la perforación petrolera y eliminar la financiación necesaria para responder a la pandemia de Covid-19, consentiría entonces un incremento en el límite de la deuda en 1,5 billones de dólares.
La propuesta fue rechazada por varios legisladores demócratas quienes estiman que jamás semejante proyecto será aprobado por el Senado, y ampliamente atacada por el senador independiente Bernie Sanders.
“Lo que los republicanos dicen en su propuesta de presupuesto es que, en un momento de desigualdad masiva de ingresos y riqueza, cuando las personas más ricas se están volviendo mucho más ricas, mientras que la clase trabajadora está luchando, lo que quieren hacer es recortar programas para nutrición, para la educación, para la atención médica”, dijo.
Una de las alternativas ofrecidas por el congresista fue evaluar una reducción del gasto militar del país que obstinadamente confiere al Pentágono un presupuesto cada vez más abultado, y que para el año fiscal en curso alcanzó los 858 mil millones de dólares.
En un ejercicio con fines partidistas donde los republicanos buscan poner en aprietos al presidente Joe Biden, hoy enfocado una reelección, y la porfía demócrata de no arrebatarse el poder e impedir un deterioro de su imagen ante la opinión pública, todavía queda por ver el espacio sobrante para la negociación.
Por lo pronto, según un reporte del diario The Hill, el presidente de la Cámara de Representantes aceptó la invitación de Biden para reunirse el próximo 9 de mayo, y volver a estudiar cómo incrementar el tope existente de capacidad de endeudamiento de 31,4 billones de dólares de la Unión.
En un intento por urgir a los legisladores a ponerse de acuerdo, la secretaria del Tesoro alertó que si el Congreso no aumenta el límite de la deuda, graves dificultades caerían sobre las familias estadounidenses, la posición de liderazgo mundial de la nación resultaría dañada y se crearían dudas sobre la capacidad del país para defender sus intereses de seguridad nacional.
Justamente hacia el mejor interés de las familias pidió el senador Bernie Sanders enfocar la discusión.
“Ya tenemos demasiada desigualdad en Estados Unidos. No lo empeoremos”, instó.
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