El sondeo señaló que tal idea tuvo el apoyo del 73 por ciento de los consultados, siempre y cuando esta no implique la reducción del salario.
De acuerdo con la Fundación, cercana a los sindicatos, está latente el interés de algunos empleados en una reducción de la jornada laboral que implique menos ingresos, pero esa opinión es minoritaria.
De los dos mil 500 trabajadores entrevistados 8,0 por ciento dijo que reduciría su jornada laboral aun cuando eso implique menor salario, mientras 17 por ciento rechazó la reducción, y 2,0 por ciento respondió que ya trabaja solo cuatro días.
Los encuestados que desean la semana de cuatro días mencionaron como razón casi sin excepciones que así tendrían más tiempo para ellos y sus familias. Tres de cada cuatro dijeron además que querían reducir su propia carga laboral.
La mitad justificó el rechazo conque no puede permitirse una medida de ese tipo desde el punto de vista financiero. Un tercio teme carecer de progreso en sus carreras si existe la jornada de cuatro días.
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