Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Angola, el asunto fue discutido en Windhoek, la capital de Namibia, durante una cumbre extraordinaria de la Doble Troika de la SADC, que reúne por una parte a Namibia, Sudáfrica y Zambia, mientras el otro órgano está conformado por Angola, la RDC y Malawi.
A la cita de este lunes asistieron representantes de los Estados que aportan personal para la brigada de la fuerza de intervención, la cual opera bajo el mando de la Misión de Estabilización de la Organización de las Naciones Unidas en la RDC, la Monusco.
Al decir de la fuente, el foro manifestó su preocupación por “la inestable y deteriorada situación de seguridad” prevaleciente en el este del Congo Democrático y “reiteró su enérgica condena” por el aumento de los conflictos y las actividades de los grupos armados, incluido el resurgimiento del movimiento M23.
La Cumbre llamó al “cese inmediato” de las hostilidades por parte de todas las agrupaciones beligerantes y abogó por la retirada incondicional de las actuales zonas ocupadas.
Asimismo, solicitó respaldo regional inmediato para el Gobierno de la RDC a fin de resolver la situación de conflicto en el oriente del país antes de las elecciones nacionales previstas para diciembre de 2023.
El presidente de Namibia, Hage Geingob, tuvo a su cargo la conducción del encuentro en calidad de titular del órgano de la SADC sobre política, defensa y cooperación en materia de seguridad.
Además del mandatario anfitrión, estuvieron los jefes de Estado de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; la RDC, Félix Tshisekedi; y de Tanzania, Samia Suluhu Hassan.
Por Angola participó el canciller Téte António, en representación del presidente de la República y próximo titular de la SADC, João Lourenço.
También acudieron al encuentro el ministro de Defensa de Malawi, Harry Mkandawire; y el alto comisionado de Zambia en Namibia, Stephen Katuka, entre otros funcionarios.
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