Al mismo tiempo, son evidentes los intentos de la mandataria de superar el desencuentro de las Fuerzas Armadas, evidenciados en un discurso público ayer, en la inauguración de maniobras conjuntas de las fuerzas aéreas de Estados Unidos y de países con gobiernos afines a Washington.
“Como presidenta de la República ratifico mi pleno respaldo a las Fuerzas Armadas y a nuestra Policía Nacional por su trabajo heroico y abnegado en favor integridad nacional, el orden interno, y el desarrollo del país”, dijo.
Esas palabras fueron evidentemente una respuesta a la ola de pronunciamientos de militares en retiro de alta graduación y agrupaciones de exoficiales que la acusaron de eludir sus responsabilidades constitucionales a costa de los uniformados.
Horas después, Manuel Gómez de la Torre, y los jefes del Ejército, Manuel Ojeda; la Marina, almirante Alberto Alcalá, y la Fuerza Aérea, general Javier Artadi, se reunieron con la jefa de Estado, sin que fuera anunciada en la agenda de actividades de Boluarte que se comunica a diario a la prensa.
Los mandos militares no pueden hacer, por impedimento constitucional, declaraciones de ese tipo, pero es usual que por ellos hablen los oficiales retirados, como esta vez, mientras los partidos de derecha se alinearon con ellos y las voces de izquierda señalaron que su empeño es vano, pues igual tendrá que pagar ante la justicia por las 49 muertes registradas entre diciembre y enero último.
Un grupo de ex altos jefes del Ejército plantearon que los gobernantes que decretaron el estado de emergencia y el empleo de las Fuerzas Armadas contra las protestas deben asumir sus responsabilidades y que evadirlas “afectará gravemente” las posibilidades del Estado de asegurar el orden interno y la defensa.
El comunicado recuerda anteriores declaraciones similares a las de Boluarte, del primer ministro, Alberto Otárola, para señalar que “se evidenciaría que el gobierno elude su responsabilidad política e intenta que, ante cualquier denuncia producida durante un Estado de Emergencia” se responsabilice solo a militares y policías.
Además, exoficiales de la Marina agrupados en la Unión Naval calificaron las palabras de Boluarte como execrables, en un comunicado según el cual “los miembros de las Fuerzas Armadas son traicionados por las autoridades políticas” al culparlas de las muertes “ocurridas al enfrentar a turbas violentas y terroristas”.
La Unión Fuerza Aérea, también de oficiales retirados de esa arma calificó como inadmisibles las declaraciones presidenciales porque evidencian “falta de liderazgo” sobre las Fuerzas Armadas, la Policía y la sociedad y demandó a Boluarte que se rectifique.
“Rechazamos todo intento de imputar a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional ejecuciones extrajudiciales, masacre o uso indiscriminado de la fuerza”, dice el comunicado que tácitamente pide inmunidad para los uniformados.
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