Además de los integrantes de las fuerzas del orden, los expertos legales alegan que existe consternación acerca de cómo determinar si alguien está activamente bajo la influencia de esa sustancia, lo que genera particular atención en el caso de los choferes.
A diferencia de las bebidas alcohólicas, donde una prueba de alcoholemia ayuda a determinar si alguien las ingirió, actualmente no existe un examen aprobado en Estados Unidos para hacer lo mismo con la marihuana o el THC, su ingrediente activo, planteó el reporte de CBS News.
El colaborador legal Joe Tamburino, señaló que tampoco sería ilegal que alguien lo tenga en su sistema y conduzca, mientras no esté activamente bajo la influencia.
Señaló que el THC puede permanecer en el cuerpo de alguien entre 30 y 45 días, por lo que, a pesar de que un análisis de orina o de sangre puede ayudar a esclarecer si se consumió, no determinaría cuánto tiempo transcurrió desde su ingesta.
Tamburino también añadió que esta zona gris podría generar un aumento en los casos judiciales y que probablemente se necesitarán más dólares de los contribuyentes para obtener más recursos legales.
Además, a diferencia de conducir ebrio donde alguien puede ser arrestado si su contenido de alcohol en la sangre supera el límite legal, actualmente no existe un umbral establecido para el cannabis, añadió la fuente informativa.
La Asociación de Jefes de Policía y la de de Alguaciles de Minnesota han expresado sus preocupaciones a medida que el proyecto de ley avanzó en la legislatura.
Durante mucho tiempo argumentaron que la legalización podría conducir a un aumento en las visitas a la sala de emergencias, un impacto significativo en los jóvenes y problemas de salud mental a largo plazo.
También consideraron que conduciría a un aumento en los accidentes mortales.
A finales de abril, tanto la Cámara de Representantes como el Senado aprobaron un proyecto de ley que permitirá el uso recreativo de la marihuana en ese estado y el gobernador, Tim Walz, manifestó que lo firmará.
Pese a la autorización, algunos legisladores republicanos como Mark Johnson y Carla Nelson manifestaron sus reservas en torno a la norma.
“Nuestra policía está en contra de este proyecto de ley. Hay demasiadas preguntas sobre cómo, si es que podemos, garantizar la seguridad pública. La número uno es que no tenemos una prueba de manejo confiable”, declaró Nelson.
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