“Estamos en el proceso de apertura en Nicaragua, Guatemala y Honduras para genética”, aseguró el director nacional del Senasag, Javier Suárez, en declaraciones a la red Rubí.
Comentó que la erradicación en el país altiplánico de la fiebre aftosa crea condiciones propicias para incrementar la exportación no solo de cárnicos y derivados.
Aclaró que la genética también tiene grandes oportunidades porque es “bastante requerida y muy reconocida” a escala mundial por su calidad.
Informó que el tema será tratado en reuniones con representantes de Japón, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, al margen de la sesión 90 de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que sesionará desde el 21 hasta el 25 del mes en curso en París, Francia.
Fuentes gubernamentales de Bolivia anticiparon que a ese foro multilateral asistirá el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy González, y el director del Senasag para recibir de la OMSA las certificaciones de zonas libres de aftosa sin vacunación para los territorios de Beni y el Norte de La Paz.
“Así estamos cumpliendo esa etapa de transición de un país con vacunación a un país ya sin vacunación -comentó Suárez-, cumpliendo las metas y los objetivos por los cuales el programa ha sido creado en 2001”.
El viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, por su parte, informó a inicios de 2023 que entre enero y noviembre de 2022 Bolivia alcanzó un récord en la exportación de carne bovina.
Cifró entonces en 123 millones de dólares lo alcanzado, muy superior a lo registrado en igual etapa de 2021, cuando el valor de las ventas ascendió a 95 millones de la moneda estadounidense.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2022 los ganaderos bolivianos exportaron cerca de 20 mil toneladas de carne bovina y subproductos a China, Rusia, Perú, Ecuador, Colombia y Cuba, e igualmente envió genética bovina al mercado de Brasil, según el Senasag.
jf/jpm