De acuerdo con la institución, el sondeo permitirá actualizar el plan de manejo y consolidar la aplicación de una evaluación ambiental para este sitio considerado patrimonio mundial y su zona de influencia.
Hasta el 15 de junio, los criterios enriquecerán los actuales proyectos sobre esta área protegida, la cual enfrenta varios desafíos como la pesca ilegal y los impactos del turismo, según el comunicado.
El plan de manejo de Coiba fue actualizado en 2009- el anterior databa de 1996- y, a la fecha, se han agregado dos extensiones a este instrumento, pero sin ser aplicado debidamente como alertó en su momento la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El organismo mundial ha señalado una serie de factores que amenazan la integridad de los atributos de la propiedad y requieren atención, como la pesca ilegal, la introducción de especies y los proyectos de desarrollo de ecoturismo, así como otras actividades antrópicas.
Otro factor es el cambio climático, que puede afectar la conservación de los ecosistemas dentro del sitio, indicaron.
Datos oficiales señalan que la isla de Coiba mantiene más del 80 por ciento de sus bosques húmedos maduros inalterados. Igualmente, tiene ecosistemas costeros y marinos, con una gran riqueza de especies, incluyendo siete de mamíferos marinos.
Actualmente, en Coiba se ejecuta un proyecto de rehabilitación de senderos y la adecuación del puesto de control. La reserva, con extensión de 270 mil 125 hectáreas , protege ecosistemas marinos, insulares y costeros.
El diario La Prensa recordó que durante 2018, varias organizaciones, entre ellas el Centro de Incidencia Ambiental, se opusieron a la construcción de una pista de aterrizaje en esta área protegida. En su lugar, recomendaron la puesta en marcha de un plan de turismo sostenible, que no afectara el valor universal de la reserva ecológica.
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