La declarante, Marcela Saldarriaga, excolaboradora de Boluarte durante la campaña electoral que la llevó a la vicepresidencia -desde la cual reemplazó al presidente Pedro Castillo tras su destitución-, ratificó la versión previa en igual sentido, de Maritza Sánchez, quien también trabajó en esa campaña.
Saldarriaga adelantó a una televisora local su testimonio ante la Fiscalía, en el marco de la investigación a la gobernante por los presuntos delitos de lavado de activos y pertenencia a una organización criminal.
La testigo pidió declarar ante la Fiscalía y coincidió también con Sánchez en que Boluarte se reunió durante la campaña por la segunda vuelta presidencial con el empresario Eduviges Beltrán, aunque ambos niegan siquiera conocerse.
Más aún, Saldarriaga dijo que pidió a Sánchez que gestione para Beltrán una audiencia con Boluarte, la cual fue aceptada por la hoy mandataria y se hizo efectiva, con lo cual confirmó que Sánchez tenía a su cargo la agenda de reuniones de la entonces candidata que lo ha negado.
Entre las afirmaciones de Sánchez resalta el hecho de afirmar que el empresario Beltrán aportó 150 mil soles (más de 41 mil dólares) a la campaña de Boluarte, que no fueron declarados, lo que ella niega y argumenta que las cuentas de la campaña competen al partido Perú Libre, de la que fue candidata, al igual que Castillo.
Otro empresario, Henry Shimabukuro, también ha declarado que puso a disposición de Boluarte un local para su campaña y financió parte de los gastos de la misma y le ha solicitado notarialmente que le pague por esos gastos.
Shimabukuro, cuya participación en esa campaña confirmó Saldarriaga, también afirma que Boluarte recibió 150 mil soles de Eduviges Beltrán, quien, según versiones de la prensa, vende grandes volúmenes de alimentos envasados para el programa estatal de alimentación escolar.
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