La ola de nueva guerra fría, potenciada por Washington, desplaza el clima apacible existente en nuestra región con un sin números de despliegues militares por todo el sudeste asiático, advirtió en un artículo el comentarista de asuntos internacionales, Ri Jong Su.
De acuerdo con el analista, en enero pasado el buque anfibio de asalto Makin Island de las fuerzas navales norteamericanas reanudó sus ejercicios militares conjuntos con Singapur tras dos años de interrupción; y entre febrero y marzo últimos, se realizaron las mayores maniobras de los últimos 10 años. E
n abril se llevó a cabo en Filipinas el entrenamiento conjunto Balikatan, que incluyó un ejercicio de tiro de combate sin precedentes en el Mar Sur de China, con la movilización de más de 12 mil efectivos norteamericanos, añadió Ri.
El especialista apuntó que, en tales circunstancias, un portaaviones nuclear estadounidense apareció el 24 de abril en Tailandia por primera vez en más de 10 años.
Lo que llama la atención es que la penetración militar de Estados Unidos, que se limitaba a ejercicios conjuntos con algunos países individuales, ahora se orienta a formar nuevas alianzas entre socios inferiores -como Japón y Australia- con los países del Sudeste Asiático, advirtió Ri.
El analista subrayó que la cooperación militar entre países debe ser aplaudida si tiene el objetivo de fomentar la paz y estabilidad de sus regiones correspondientes, pero Estados Unidos persigue otra finalidad.
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