Los resultados de una investigación de cinco años que corroboró las denuncias de agresión infantil fueron divulgados por el fiscal general del estado, Kwame Raoul, e incluyeron además cientos de casos más que los inicialmente informados por las diócesis en 2018.
Más de 100 mil páginas de documentos diocesanos y 600 contactos confidenciales con sobrevivientes de abuso sexual ayudaron a la oficina del estado a armar el informe de 696 cuartillas sobre los desmanes llevados a cabo por algunos integrantes del clero en las seis diócesis católicas de Illinois, reveló la fuente citada por CBS News.
Espero que este expediente proporcione un cierre a los afectados por parte de clérigos católicos al arrojar luz tanto sobre aquellos que violaron sus posiciones de poder y confianza, como sobre las personas en el liderazgo de la iglesia que cubrieron ese abuso, expresó Raoul en un comunicado.
Su predecesora, la exfiscal general de Illinois Lisa Madigan, comenzó a investigar el alcance de las agresiones del clero en 2018 después de que un informe del gran jurado de Pensilvania documentara el abuso de mil menores en seis diócesis de ese estado, recordó la oficina.
El análisis abarcó las seis diócesis de Illinois —Chicago, Belleville, Joliet, Peoria, Rockford y Springfield— que atienden a tres millones 500 mil feligreses.
El mayor número fue en Chicago, donde hubo 150 abusadores denunciados, y Joliet, con 52, encontró el informe.
Reveló también los nombres de 451 agresores sexuales de niños comprobados y proporcionó narraciones sobre las felonías que cometieron mientras servían a la Iglesia.
La profundidad y amplitud del abuso sexual varió, al igual que los castigos que recibieron quienes incurrieron en ellas, afirmó la investigación y agregó que, en muchos casos, las denuncias se informaron y no se actuó en consecuencia.
En relación a los sobrevivientes, detalló, casi todos lucharon con problemas de salud mental, y algunos recurrieron al alcohol, mientras otros luchaban contra la ansiedad y poseían sentimientos de indignidad.
En respuesta al informe, el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, pidió disculpas a todos los que resultaron perjudicados por la falta de prevención y la respuesta adecuada ante el abuso sexual infantil.
Añadió que ningún clérigo con una acusación fundamentada en su contra está en el ministerio en la Arquidiócesis de Chicago.
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