Los desacuerdos vienen, principalmente, del ala conservadora de la Cámara Baja, donde congresistas como Dan Bishop, Chip Roy y Ken Buck expresaron que “no les gustaba el acuerdo”.
“La conclusión es que Estados Unidos tendrá una deuda de 35 billones de dólares en enero de 2025. Eso es completamente inaceptable”, tuiteó Buck.
Mientras el Caucus de la Libertad, que aúna a un grupo de conservadores de la Cámara, ha expresado en varias ocasiones que sus miembros quieren limitar el gasto discrecional general a los niveles del año fiscal 2022 durante 10 años y permitir un crecimiento del uno por ciento anual.
También, el expresidente Donald Trump (2017-2021) en una comparecencia en CNN a principios de este mes instó a los republicanos a permitir que la nación dejara de pagar su deuda a menos que el presidente Joe Biden aceptara recortes “masivos”.
Biden y el líder de la Cámara Kevin McCarthy anunciaron que llegaron a un acuerdo y que la publicación del texto legislativo será este domingo.
De acuerdo con el diario The Hill, McCarthy dijo que aún queda trabajo por hacer y que más tarde este domingo espera publicar el texto legislativo y realizar una votación en el pleno el miércoles siguiente.
Según los términos del acuerdo, los republicanos acordaron extender la autoridad de endeudamiento del gobierno por dos años, empujando la amenaza de incumplimiento más allá de las elecciones de 2024, como había exigido Biden, según The Hill.
A cambio, la Casa Blanca acordó congelar o aceptar pequeños recortes en el gasto que no sea de defensa para 2024, lo que podría afectar los programas discrecionales favorecidos por los demócratas.
El compromiso llegó tras 11 días de tensas negociaciones entre McCarthy, Biden y sus legisladores designados para las negociaciones y fue alimentado por una advertencia del Departamento del Tesoro, emitida solo un día antes, de que el gobierno se quedaría sin fondos para pagar todas sus obligaciones el 5 de junio.
La propuesta aún enfrenta grandes barreras para su aprobación, particularmente en la Cámara Baja, donde los conservadores no perdieron el tiempo en presentar el compromiso como una capitulación de McCarthy ante Biden.
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