Corresponsales en ese territorio informaron que están cerrados por activistas de la protesta varios puntos de la carretera que une a la capital regional, Puno, con las localidades de Desaguadero y Yunguyo, colindantes con los dos puntos de mayor tránsito fronterizo entre ambas naciones.
Los informes reportaron bloqueos de las carreteras a las regiones colindantes de Puno, Madre de Dios (amazónica) y Cusco y en otras vías del sur de la región de Puno.
Agregan que en las principales ciudades, Puno y Juliaca (la de mayor actividad económica) la paralización es parcial y hay marchas de protesta en demanda de la renuncia de Boluarte, nuevas elecciones generales adelantadas y una asamblea constituyente, entre otros reclamos.
La Policía, por su parte, desplegó cuatro mil agentes ante la protesta y reforzó puntos clave como el aeropuerto de Juliaca, que fue tomado o asediado en anteriores protestas.
Puno fue principal bastión de las protestas registradas entre diciembre y marzo últimos, con un saldo de casi 70 muertes, según la Defensoría del Pueblo, que monitoreó las demostraciones contra el ascenso de Boluarte en reemplazo del presidente Pedro Castillo, apresado y destituido por el parlamento por intentar su cierre.
Desde Puno, el presidente del Consejo Anticorrupción y empresario Fernando Salas destacó que la protesta de hoy expresa el rechazo mayoritario de la población al gobierno y rechazó el llamado de Boluarte de mantener la tranquilidad y la paz y no realizar protestas que afectan, sostuvo, a la población y al país.
Boluarte pidió también diálogo sobre desarrollo económico y social y el dirigente respondió que las organizaciones sociales nada tienen que tratar con ella, por considerarla ilegítima, por no contar con el apoyo de la población, al igual que el parlamento que la apoya y por encabezar un gobierno dictatorial.
“Solo vamos a dialogar con un nuevo gobierno”, dijo, al igual que otros dirigentes sociales de Puno.
Coincidentemente, hoy se publicó una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) según el cual 82 por ciento de los consultados considera conveniente el adelanto de las elecciones presidenciales y parlamentarias.
El sondeo verificó que 79 por ciento desaprueban la forma en la que la presidenta conduce el gobierno y solo 15 por ciento la aprueba, mientras el parlamento que la respalda registra una desaprobación de 90 por ciento y un apoyo de seis por ciento.
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