En el comunicado que publican medios de prensa como el diario La Estrella de Panamá, se señaló que en los primero cuatro meses de este año cruzaron la jungla rumbo a Estados Unidos unos 25 mil infantes, ocho veces más que en igual período de 2022.
Estos niños y adolescentes llegaron a pie a las comunidades de acogida y a las estaciones temporales de recepción situadas en la provincia panameña del Darién, reciben asistencia de salud y alimentación, indicó la Unicef.
También subrayó que los caminantes requieren de intervenciones para salvar vidas como atención médica, acceso a agua segura, recuperación psico-emocional y servicios de protección, sobre todo aquellos que sufrieron violencia o que viajan solos.
La institución llamó también a la sociedad y al Estado a unirse en un esfuerzo conjunto para asegurar que todos los menores en movilidad humana, independientemente de su origen o situación migratoria, puedan crecer en un entorno seguro.
Cifras del Servicio Nacional de Migración (SNM) apuntan que en lo que va de 2023 más de 157 mil personas cruzaron desde el sur la peligrosa selva del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia.
Esa es una cifra superior a los 109 mil 293 que lo hicieron entre 2010 y 2019, y casi el quíntuple de los 33 mil 819 de los primeros cinco meses de 2022.
La mayoría de estos viajeros vienen de Venezuela, Ecuador y Haití, aunque los hay procedentes también de medio centenar de países incluidos asiáticos, africanos y europeos, según esas fuentes.
Unicef alertó además que también crece el número de niños y niñas no acompañados o separados – un sector muy vulnerable a la violencia, el abuso y la explotación.
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