Iniciada el lunes, la conferencia dio paso este miércoles al segmento de alto nivel, que reunió a funcionarios públicos, académicos y expertos de organismos internacionales, incluida la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Por el país anfitrión, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de Angola, Marcy Lopes, exhortó a aunar esfuerzos de forma organizada para encarar un flagelo con múltiples ramificaciones y que, como es sabido, atrasa o bloquea el desenvolvimiento socioeconómico y socava el funcionamiento institucional de los Estados.
«Es necesario que todos consideremos la corrupción como una de las principales causas que impiden el desarrollo de las sociedades”, remarcó el titular, quien abogó por reforzar la vertiente preventiva, incluida la concienciación de los ciudadanos.
Según opinó, el Ejecutivo angoleño ha dado pasos significativos en el enfrentamiento al fenómeno, a partir de reformas jurídicas y de carácter gubernamental, unidas a la creación de nuevas instituciones.
En fecha reciente, el Gobierno presentó la Estrategia Nacional de Prevención y Combate a la Corrupción, cuya consulta pública se realizó del 18 de abril y el 18 de mayo, abundó Lopes.
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