La denominada Ley de Responsabilidad Fiscal, elaborada a través de negociaciones entre el mandatario Joe Biden y el presidente de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, recibió la víspera luz verde en una votación bipartidista de 314 a 117.
La propuesta incluye dos años de topes en el gasto federal no militar y dispone de un aumento de un uno por ciento para 2025, al tiempo que implementa una serie de medidas de reducción de costos y una recuperación de miles de millones de dólares de fondos destinados al combate de la Covid-19 pero no usados.
Uno de sus aspectos más polémicos y objetados por algunos liberales estriba en la introducción de nuevos requisitos para el acceso a los programas de asistencia federal, y en la finalización a la pausa implementada por Biden en relación a los pagos de los préstamos estudiantiles.
El representante demócrata Jim McGovern, por ejemplo, expresó su enfado porque la legislación recortaría los beneficios alimentarios para personas en condición de vulnerabilidad sin hacer nada para aumentar los impuestos a los ricos o controlar el gasto militar.
“Mejorar los beneficios para algunos no justifica poner a 700 mil adultos mayores en riesgo de perder beneficios alimentarios críticos que salvan vidas”, dijo el congresista a propósito del contenido del proyecto.
Por otra parte, grupos defensores del cuidado medioambiental en Estados Unidos rechazaron el acuerdo por considerar que constituye una rendición ante las grandes petroleras, al debilitar la capacidad del gobierno para detener planes futuros de extracción de hidrocarburos.
“Los cambios en las leyes ambientales y los favores a las empresas de combustibles fósiles no tienen cabida en un proyecto de ley para elevar el techo de la deuda”, dijo la directora de asuntos gubernamentales y estrategia de Appalachian Voices (Voces Apalaches), Chelsea Barnes.
Pese a las objeciones, el proyecto contó con el visto bueno de la Cámara Baja del país y avanzó al Senado donde será votado en los días venideros.
De acuerdo con un análisis del diario The Hill, la aprobación de la legislación significó una victoria para Biden, quien logró el objetivo de los demócratas de dejar cualquier aumento futuro del límite de deuda más allá de las elecciones presidenciales de 2024.
En cambio, ese mismo suceso aumentó las posibilidades de que McCarthy, quien luchó por su presidencia durante 15 votaciones en enero pasado, enfrente un desafío a su liderazgo por parte de conservadores descontentos que se sintieron traicionados tras el acuerdo alcanzado con la Casa Blanca, acotó el rotativo.
Según la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, Estados Unidos podría quedarse sin efectivo para honrar sus cuentas antes del 5 de junio.
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