“Los legisladores a quienes represento (del Movimiento al Socialismo) ya me han dado la orden de apelar esa sentencia, porque no se quedaron conformes”, afirmó el letrado en entrevista al canal estatal Bolivia Tv.
Calvo fue condenado a dos años por afrenta a la Wiphala, un símbolo patrio, pero fue absuelto de la acusación de incitación al racismo y la discriminación.
Según el jurista, durante la audiencia del pasado martes, la autoridad jurisdiccional analizó las pruebas y dio sus conclusiones para emitir su sentencia, pero aún falta la lectura íntegra del veredicto, tras ello, las partes podrán presentar sus apelaciones.
Los denunciantes demandaban que el excívico fuera condenado a cinco años de cárcel, y sobre esa base apelarán con la esperanza de que el extremista cruceño sea también juzgado por el delito de incitación al racismo por actos cometidos en septiembre de 2021.
Reconoció Aliaga que la sentencia por el ultraje a los símbolos patrios es “ejemplificadora”, aunque el acusado podría someterse a un perdón judicial o acogerse a otro beneficio penitenciario.
Empero, reiteró que se establecerá el reclamo en lo concerniente a incitación al racismo.
La cartera de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización informó que también apelará el dictamen judicial contra Calvo para que se imponga una sentencia mayor, según su director general de Lucha Contra el Racismo, Ivar Villarroel.
“Ha sido demostrado, ha sido probado que se ha vejado, ultrajado la Wiphala, hay imágenes de las acciones promovidas por esa autoridad”, dijo Villarroel en entrevista con Radio Panamericana.
Durante los actos protocolares por la efeméride cruceña en 2021, el ahora encarcelado gobernador, Luis Fernando Camacho, suspendió de manera abrupta el acto central minutos antes de que le tocara intervenir al vicepresidente, David Choquehuanca, quien se desempeñaba entonces como jefe de Estado interino.
Camacho respondió así a la iniciativa de Choquehuanca de lograr que se izara en uno de los mástiles la Wiphala, y tras la suspensión del acto, seguidores de Camacho y cívicos la arriaron en medio de incidentes.
Calvo, por su parte, calificó de “un trapo” el símbolo patrio y descartó que represente a Santa Cruz, por lo cual la Fiscalía cruceña presentó en abril de 2022 la imputación formal contra el excívico por los delitos de incitación al racismo, discriminación y ultraje a la Wiphala.
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