El ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, defendió en el pleno de los legisladores la importancia del préstamo procedente del Banco Interamericano de Desarrollo.
Ante los diputados, explicó que permitirá el fomento de iniciativas como la reposición de parte de los costos del Bono contra el Hambre y fortalecerá el sistema de salud.
Según datos oficiales, esta inyección de divisas contribuirá a asegurar niveles mínimos de calidad de vida de las personas vulnerables frente a la crisis causada por la pandemia de Covid-19, ayudará a reducir la morbi-mortalidad derivada del virus SARS-CoV-2 y a reducir los efectos indirectos de la enfermedad sobre la salud.
Fuentes gubernamentales señalan cinco ejes de desarrollo dentro de este programa.
Son ellos el apoyo a los niveles mínimos de ingreso de las personas afectadas por el mal, en el periodo inmediato y durante la recuperación.
Asimismo, otros objetivos son: fortalecer la conducción de la respuesta a nivel de país, mejorar la detección y seguimiento de los casos; apoyar iniciativas para interrumpir la cadena de transmisión del virus SARS-Cov-2 y mejorar la capacidad de provisión de servicios.
La exposición de motivos del proyecto para la aprobación del crédito sostiene que “el comportamiento favorable de los indicadores de solvencia y liquidez registrados a octubre de 2022 reflejan capacidad de endeudamiento del país y su sostenibilidad a través del tiempo”.
Aprobado por la cámara baja, el texto pasó al Senado para similar trámite de tratamiento y aprobación.
Cusicanqui anticipó que, en materia de salud, se pondrán en vigencia, por ejemplo, las historias clínicas digitales y se fortalecerá la red de laboratorios de referencia con la compra de insumos, equipos y reactivos para 27 laboratorios.
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