Los manifestantes, en su mayoría estudiantes, docentes, personal administrativo y padres de familia efectuaron una cadena humana y caminatas en la localidad de Tonosí en rechazo a esa obra que se prevé para la extracción de oro.
Protejamos nuestra naturaleza, sus recursos hídricos, su fauna y su flora, No a la minería, sí a la vida, No hay dinero que pague el daño que se le hace a la madre tierra, eran los mensajes que se leían de las pancartas.
Uno de los coordinadores de la protesta, Eduar Melgar, indicó que es apenas el inicio de una serie acciones contra ese proyecto de muerte denominado minera cerro Quema.
Agregó que para nadie es un secreto que en las áreas donde se han explotado minas se observan los perjuicios para el medio ambiente, principalmente el gran uso de aguas y la contaminación de las mismas, así como la destrucción de la flora y fauna.
Insistió que esta actividad obligará a los lugareños a desplazarse del área por el daño a la salud humana dada la gran cantidad de polvo, plagado de metales pesados.
Las protestas de este tipo han aumentado en los últimos días luego que el ministro de Comercio e Industria, Federico Alfaro, confirmara que en conjunto con el Ministerio de Ambiente se emitiera un comunicado sobre el proceso de evaluación de los estudios de impacto ambiental en Panamá y del proyecto minero Cerro Quema, S.A.
Por su parte, la compañía Minera Cerro Quema, S.A. manifestó que esta aprobación “constituye un hito importante y formaliza el cumplimiento de la empresa con los pilares fundamentales de buena gobernanza, sostenibilidad ambiental y social en apoyo a las operaciones mineras responsables”.
A juicio del Frente Santeño contra la Minería serían sensibles los daños que ocasionará ese proyecto a la naturaleza en la región de Azuero, que ya atraviesa serios problemas de tala, destrucción de manglares y contaminación de corrientes de agua, lo que afecta la calidad de vida de esa población.
El sociólogo Milciades Pinzón dijo a la prensa que es “inaceptable” intentar reactivar este proyecto y alegó que hay otros dirigidos a rescatar la flora y la fauna, reactivar la economía y entender que la minería no es la solución.
El pasado 25 de mayo Miambiente dio el visto bueno a la resolución a través de la cual se aprobó el estudio ambiental del proyecto, cuyo promotor en Minera Cerro Quema, S.A.
La actividad consiste en una mina a cielo abierto en la que se utilizarán cargadores frontales y camiones para el transporte del material, con una instalación de lixiviación o procesamiento de 10 mil toneladas diarias.
La operación de extracción de oro de cerro Quema se prevé desarrollar sobre una superficie de 480 hectáreas, entre los distritos de Macaracas y Tonosí.
También el Centro de Incidencia Ambiental se manifestó contra esa obra, que implica la extracción de oro con cianuro y pone en riesgo la producción agropecuaria y ganadera del sitio.
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