Mahamat, al intervenir en la decimocuarta sesión ordinaria de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), advirtió sobre la extrema gravedad de la crisis violenta que enfrenta Jartum y las peligrosas amenazas que representa para su existencia y de toda la región son obvias.
“Todos los analistas coinciden en que si esta guerra no se detiene de inmediato, se desencadenará la guerra civil, prevalecerá el caos y el Estado sudanés colapsará por completo”, advirtió.
Recordó que una vez más la UA, junto a la IGAD y las Naciones Unidas se comprometieron a través de un mecanismo trilateral a reparar el tejido desgarrado.
“Fuerzas negativas de todo tipo, tanto internas como externas, estaban empeñadas en suscitar contradicciones. Todo este cóctel finalmente explotó y condujo a la actual operación de destrucción masiva del Estado y la Nación de Sudán”, agregó.
Abordó también el compromiso de brindar ayuda humanitaria a las personas necesitadas y alentar la incorporación de los sudaneses para iniciar un Diálogo Nacional totalmente inclusivo, diseñado, planificado y liderado por ellos mismos lejos de cualquier dictado externo.
“La crisis sudanesa es de tal magnitud que no permite división de rangos ni dilación. Requiere una acción rápida. Exige una acción unida y una fuerte solidaridad de nuestra parte”, enfatizó.
Al reiterar el llamado a la unidad de las organizaciones regionales y continentales, dijo que es la condición sine qua non para la efectividad de nuestra solidaridad con Sudán, además de un imperativo para mitigar la interferencia extranjera.
“Es la condición sine qua non para movilizar a nuestros socios y lograr que se adhieran a este principio fundamental de las soluciones africanas a los problemas africanos, del cual la crisis sudanesa es el prototipo”, concluyó.
Además de los líderes de Etiopía, Eritrea, Etiopía, Kenya, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Uganda y el país sede de la reunión de la IGAD, asisten miembros de la comunidad diplomática y representantes de las Naciones Unidas y la Unión Europea.
La Asamblea brindará una oportunidad para que los estados miembros del ente regional revisen el progreso del tratamiento de estos temas y discutir nuevas estrategias para lograr el desarrollo sostenible en la región.
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