En diálogo con reporteros, la mandataria se refirió al crítico mensaje de Fujimori, que la emplazó a reemplazar a los ministros de Salud, Interior, Energía y Minas, y Agricultura y cuestionó un mensaje de Boluarte sobre su primer semestre de Gobierno, por triunfalista y carente de autocrítica.
“Las opiniones que vengan de diversos sectores, las recibimos y respetamos, pero los ministros saben que están en constante evaluación y las decisiones que debamos tomar en adelante a consideración del presidente del Consejo de Ministros (Alberto Otárola), las tomaremos tras esa evaluación”, expresó.
Negó también que el suyo sea un gobierno que no mira sus errores y más bien da respuesta a a esos errores y busca solución a los problemas. Entretanto, continuaron las críticas a Fujimori, desde diversos sectores, de quienes consideran su cambio de actitud, de defensora a crítica del gobierno, como una maniobra para preparar su cuarta candidatura presidencial, después de tres fracasados intentos.
La parlamentaria de izquierda Silvana Robles señaló que Fujimori quiere mostrarse como opositora, pese a haber apoyado al Gobierno e impedido interpelaciones a ministros incapaces.
“Hágase un favor y deje de perder el tiempo, no será Presidenta del Perú”, agregó en alusión a las grandes resistencias de amplios sectores de la población que le han impedido ser elegida mandataria.
Margot Palacios, también parlamentaria izquierdista, afirmó que la dirigente del partido Fuerza Popular (FP) en realidad gobierna el país y por eso ordena que Boluarte cambie cuatro ministros.
Para la analista Laura Arroyo, en realidad Fujimori no le ha retirado su apoyo a la presidenta ni terminado con la coalición que ambas integran.
Su cambio de actitud, dijo, solo “es táctica electoral y política, demostrando lo que ya sabemos: que la dictadura de poderes que nos gobierna tiene en Fujimori un peso pesado”.
Según Arroyo, la neoliberal le recuerda a Boluarte “que la presidencia no es suya, es el resultado de un pacto que debe seguir obedeciendo” y pide todavía más peso en el gabinete ministerial y en el Congreso y busca evitar que se ponga el régimen en riesgo.
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