Representantes de pueblos originarios y afrodescendientes de la región señalaron aquí otros retos que enfrentan como la pérdida de biodiversidad y el desarrollo sostenible de las diversas comunidades.
En el encuentro de tres días con sede en el hotel El Panamá, los más de 200 lideres autóctonos evaluaron un informe titulado ¿Quiénes son los dueños de la tierra del mundo?, visto como una herramienta para promover los derechos de las comunidades locales.
El estudio muestra que son los pueblos originarios los mejores defensores de sus tierras y recursos; y en ese sentido pone como ejemplo las recientes victorias jurídicas en tenencia de la tierra de estas poblaciones, como el reconocimiento de derechos del Pueblo Indígena Naso Tjër Di.
Sin embargo, indicaron, a pesar de esos logros, la superficie donde los derechos sobre la tierra de estas comunidades son reconocidos solo ha aumentado un 0,5 por ciento en Mesoamérica en los últimos cinco años. El informe es también considerado como la imagen más completa y actualizada del progreso mundial hacia el reconocimiento legal de la tenencia de tierras de los pueblos originarios, afrodescendientes y comunidades locales.
Como parte del encuentro se presentó además un instrumento jurídico sobre inversión directa territorial en Mesoamérica construida por y para los pueblos indígenas, reconocidos mundialmente como los guardianes de los bosques y la biodiversidad.
Además explicaron las bondades de la Escuela Mesoamericana de Liderazgo, enfocada en el rol de los jóvenes en los procesos comunitarios y la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales explicó procesos exitosos liderados por féminas en la recuperación de saberes de medicina, siembra y buen vivir.
También fueron expuestos los desafíos que enfrenta la región para hacer valer sus derechos y gobernar sus territorios ante invasiones y movilizaciones forzadas financiadas por empresas extractivistas.
Estadísticas oficiales señalan que los bosques mesoamericanos contienen el 47 por ciento de las reservas forestales de carbono de la región, aproximadamente el 8,0 por ciento de la biodiversidad mundial y cubren sólo el 0,5 por ciento de la superficie terrestre.
Estos bosques sustentan a más de cinco millones de personas de más de 60 grupos étnicos y lingüísticos, que dependen en gran medida de los recursos naturales que proporcionan, según los estudios actuales.
La Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB) gestiona el 24 por ciento de esos territorios de la región, lo que equivale aproximadamente a 105 mil kilómetros cuadrados.
Estos bosques, el 40 por ciento de los cuales se encuentran dentro de áreas naturales protegidas, desempeñan un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad.
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